Final de la vida

Final de la vida

¡Buenas, queridos lectores!

Hoy queremos tratar el tema del final de la vida en personas con una enfermedad irreversible o terminal. 

Hay diferentes situaciones que hacen que nos planteemos si merece la pena seguir luchando o no. 

Por ejemplo, una persona que sufre un accidente y queda en un estado de coma. Los médicos no pueden saber si despertará o no, por lo que se plantea el problema de intentar revivir a una persona por todos los medios, sabiendo que puede no funcionar, o esperar durante determinado tiempo y desistir.

Todas las opciones que se dan son difíciles de tomar, la mayoría de las veces no sabemos que querría la persona afectada y, por lo tanto, es una decisión que queda en mano de los familiares.

Este tipo de situaciones nos hace plantearnos muchas cosas: ¿realmente merece la pena prolongar la vida de una persona artificialmente, teniendo en cuenta a la propia persona y a su familia?, ¿cuánto tiempo podríamos estar esperando a que la situación cambie?, ¿una vida vegetativa es una vida?.

Desde el punto de vista enfermero, siempre debemos actuar como con el resto de pacientes: realizar todas las tareas y cuidados que requiera el enfermo. Pero como en otras ocasiones, para la enfermería esta es más una cuestión ética que sanitaria. 

Dada nuestra poca experiencia en prácticas no hemos vivido algo así, pero estamos seguras que si alguna vez lo hacemos, ya sea como enfermeras o como familiares, será muy difícil enfrentarse a ello, puesto que, como ya hemos mencionado antes, es elegir entre dejar morir a una persona o alargar su vida con métodos artificiales.