Primer contacto con las prácticas
¡Buenas, queridos
lectores!
Hoy os vamos a
hablar de cómo supimos que de verdad nos gustaba esta carrera.
Como es normal,
con 18 años no puedes tener realmente claro a lo que quieres dedicarte toda una
vida, y te metes en una carrera un poco por inercia, por lo que te dicen sobre
ella y por la idea que tienes o te haces sobre cómo será.
Nosotras no
éramos distintas, no sabíamos si nos iba a gustar Enfermería, no sabíamos si
íbamos a valer para ello, por eso fueron tan importantes las prácticas de
primero.
Otras
universidades no ofertan prácticas en 1º de Enfermería, por suerte la
Universidad de Salamanca sí, y eso en cierta medida nos salvó.
En las prácticas
de primero tampoco puedes hacer muchas cosas ya que solo tenemos la base de lo
que es ser una enfermera, pero tuvimos la suerte de dar con profesionales que
nos dejaron practicar en cosas como sacar sangre, tomar las constantes, hacer
curas… puede que esto solo sean cosas básicas, pero es en este tipo de prácticas
en las que te das cuenta si te gusta o no.
En nuestro caso,
salimos encantadas y con ganas de volver al hospital para aprender más y tener
más contacto con el paciente, lo cual es muy importante.
La paciencia es
fundamental y aprendes a desarrollarla allí, a medida que tratas con los
pacientes y su familia. Este es otro asunto que nosotras no teníamos muy claro,
ya que es muy difícil saber si vas a saber tratar de manera adecuada a tanta
gente con diferentes problemas.
En conclusión,
nos falta mucho recorrido por superar, un recorrido difícil y el cual se puede
alargar dependiendo de lo que quieras hacer en el futuro, pero con ganas e
ilusión, y sobre todo con la certeza de que de verdad te gusta lo que haces y
lo que vas a ser, todo se puede.
No hay comentarios:
Publicar un comentario